Sra.Terrie Moffitt. Profesora Titular de Psicología. Instituto de Psiquiatría. King's College London. Reino Unido

Sra.Terrie Moffitt. Profesora Titular de Psicología. Instituto de Psiquiatría. King's College London. Reino Unido

Internacional
Sra.Terrie Moffitt. Profesora Titular de Psicología. Instituto de Psiquiatría. King's College London. Reino Unido

La señora Terrie Moffitt, en esta entrevista, centra su interés primordial en el comportamiento antisocial, violento y criminal. El área principal de su trabajo se focaliza en el desarrollo humano. Estudia la depresión, la psicosis y el abuso de drogas de los infractores. De este modo, nos inicia en el comportamiento problemático de las personas en conflicto con la ley, en su situación social y salud. También nos explica los efectos de esta situación difícil sobre su salud mental y física. Además, la Sra. Moffitt diferencia entre dos tipos de infractores, los precoces y los ‘latecomers’, y describe sus diferentes modelos de vida que son las causas principales de sus dificultades con el sistema penal. Finalmente, nos introduce en un nuevo campo, llamado criminología del desarrollo, que es una rama del departamento de criminología.

¿Nos podría realizar un breve resumen de su experiencia profesional, de sus actividades de investigación en el campo de justicia juvenil y de sus proyectos de futuro que vayan a tener un mayor impacto en términos de investigación y en la temática de justicia juvenil?

Terrie E. Moffit estudia cómo los riesgos genéticos y medioambientales conjuntamente forman el curso de desarrollo de desórdenes psiquiátricos. Su interés en particular es en el comportamiento antisocial, violento y criminal pero también estudia la depresión, la psicosis y la drogadicción. Es profesora NannerlKoehane en la Universidad de Duke en E.E.U.U. así como también profesora en el Instituto de Psiquiatría, en King’s College London en Reino Unido. Es miembro del consejo de administración en la Fundación Nuffield. El Profesor MOffitt codirige el Dunedin Longitudinal Study (Estudio Longitudinal de Dunedin), el cual ha seguido a un millar de personas nacidas en 1972 en Nueva Zelanda desde su nacimiento hasta la edad de 38 años. También codirige el Environmental-Risk Longitudinal Twin Study (Estudio Longitudinal de Mellizos de Riesgo Ambiental), que ha estudiado a 1100 familias británicas con mellizos nacidos entre 1994-1995 desde su nacimiento has la edad de 18 años. Para su investigación, ha sido galardonada con el American Psychological Association's Early Career Contribution Award (Premio a la Contribución de Trayectoria Temprana en la Asociación Psicológica Americana) y el Distinguished Career Award (Premio a la Trayectoria Distinguida) en el Clinical Child Psychology, el Royal Society's Wolfson Merit Award (Premio al Mérito Wolfson de la Royal Society), el Stockholm Prize (Premio Estocolmo) en criminología, el NARSAD Ruane Prize (Premio NARSAD Ruane) en psciquiatría y el Klaus J. Jacobs Prize (Premio Klaus J. Jacobs) en desarrollo juvenil. Es miembro de la Academy of Medical Sciences (Academia de Ciencias Médicas),  la American Society of Criminology (Sociedad Americana de Criminología), la British Academy (Academia Británica), la American Psychopathological Association (Asociación Psicopatológica Americana), la Academia Europaea (Academia Europea), la American Academy of Political and Social Science (Academia Americana de Ciencias Políticas y Sociales), la Association for Psychological Science (Asociación para la Ciencia Psicológica) y el King's College London. Ha lidiado con los paneles de investigación para instituciones como por ejemplo el Nuffield Council on Bioethics (ética de la investigación del comportamiento genético) y la US National Academy of Sciences (investigación sobre armas de fuego y violencia). Sus actividades favoritas son los viajes de acampada y de excursionismo en África, en Asia y en el Pacífico sur, y trabajar en su granja de hiedra venenosa en Carolina del Norte. Aprende más en este sitio web: http://www.moffittcaspi.com/

El actual y futuro trabajo incluye observar los resultados de salud y sociales a los 38 años y posteriores de los delincuentes en el cohorte de nacimiento de Dunedin, y observar los efectos del abuso de violencia en la salud física y mental de las personas de 18 años en el British E-risk Study (Estudio Británico de Riesgo Ambiental)

Según su investigación sobre la taxonomía del desarrollo, ¿podría describirnos brevemente su teoría sobre los delincuentes precoces y los más tardíos, por favor?

Resumiré quince años de investigación en una taxonomía de desarrollo del comportamiento antisocial, publicada hace quince años, que sugirió dos prototipos primarios hipotéticos: delincuentes del curso de vida reincidentes versus delincuentes adolescentes (Moffitt, 1993). Según esta taxonomía, el comportamiento antisocial de los delincuentes del curso de vida reincidentes tiene su origen en los procesos de desarrollo neuronal y empieza en la infancia y continúa persistentemente hasta la mediana edad. Por el contrario, el comportamiento antisocial de los delincuentes adolescentes tiene su origen en los procesos sociales, empieza en la adolescencia y cesa cuando se alcanza la madurez. Según esta teoría, los delincuentes antisociales del curso de vida reincidentes son unos pocos persistentes y patológicos. Los individuos antisociales adolescentes son más comunes, relativamente temporales y casi normativos.

En resumen, sugerimos que el comportamiento antisocial del delincuente del curso de vida reincidentes se origina en la etapa temprana de la vida, cuando el comportamiento difícil de un joven con alto riesgo está exacerbado por un ambiente social de alto riesgo. Según esta teoría, el riesgo del niño emerge de la variación neuropsicológica innata o adquirida, manifestada inicialmente como déficits cognitivos imperceptibles, carácter difícil o hiperactividad. El riesgo del ambiente comprende factores como el de padres inadecuados, de maltrato, de lazos familiares afectados y de pobreza. El dominio de riesgo ambiental se expande más allá de la familia así como la edad del niño, incluyendo las relaciones pobres con gente como amigos y profesores. Las oportunidades para aprender habilidades pro-sociales se pierden. Durante las dos primeras décadas de desarrollo, las negociaciones entre el individuo y el ambiente construyen gradualmente una personalidad desordenada con características distintivas de agresión física y de comportamiento antisocial persistente en mediana edad. La teoría predice que el comportamiento antisocial penetrará los dominios de la vida adulta: actividades ilegales, problemas con el empleo, el acoso a parejas sentimentales y a hijos.  Esta infiltración disminuye la posibilidad de mejora.

Por el contrario, sugerimos que el comportamiento antisocial del delincuente adolescente emerge durante la pubertad, cuando al contrario que los jóvenes saludables comunes experimentan una incomodidad psicológica durante relativamente los años de menor rol entre su maduración biológica y su acceso a los privilegios y responsabilidades maduras, un periodo al que llamamos ‘hueco de madurez’. Experimentan  el descontento con su estado de dependencia como niño y la impaciencia por lo que ellos anticipan los privilegios de los derechos de la madurez. Mientras los jóvenes están en este ‘hueco’, es virtualmente normativo para ellos encontrar el estilo de delincuente atractivo e imitarlo como forma para desmotar autonomía de los padres, ganan afiliación con los amigos y aceleran la madurez social. Sin embargo, debido a que su desarrollo pre-delictivo es normal, muchos delincuentes adolescentes son capaces de desistir del crimen cuando se adentran en los roles de adulto, volviendo gradualmente a un estilo de vida más convencional. Su recuperación puede retrasarse si las actividades antisociales de los delincuentes adolescentes atraen factores llamados ‘trampas’, como por ejemplo los antecedentes penales,  las reclusiones, la adicción o la educación interrumpida sin credenciales. Tales trampas pueden comprometer la habilidad de llevar una transición a la madurez con éxito.

Nuestras propias investigaciones de esta taxonomía se han llevado a cabo principalmente en el Dunedin Multidisciplinary Health and Development Study (Estudio de Salud Multidisciplinar y de Desarrollo de Dunedin), un estudio longitudinal de 40 años cohorte de nacimiento de 1000 neozelandeses. Los hallazgos de Dunedin son generalmente para mantener sus hallazgos informados de otros ejemplos en 8 países y diferentes estados dentro de los Estados Unidos, aunque se debe mencionar que no cada estudio ha soportado la taxonomía. 

La American Society of Criminology (Sociedad Americana de Criminología) estableció unas pocas divisiones nuevas el año pasado. Una de ellas es en Developmental Criminology (Criminología de Desarrollo), la cual es una nueva rama de la criminología. ¿Podría decirnos más sobre esta rama y la división de Developmental and Life-Course Criminology (Criminología del Curso de Vida y de Desarrollo), por favor?

¿Por qué estoy tan emocionada sobre el futuro de la Criminología del Curso de Vida y de Desarrollo? Se explicará con una corta historia. Comparado con otros campos en las ciencias de conducta, la Criminología del Curso de Vida y de Desarrollo todavía es muy joven, casi un bebé. Actualmente, virtualmente cada libro de texto de criminología y antología de teorías del crimen deja a un lado una sección entera para cubrir las aproximaciones de desarrollo o de curso de vida. Se puede perdonar a los estudiantes por tomar por seguro esta hegemonía. Pero el trabajo de desarrollo de curso de vida no ha sido siempre tan ubicuo en criminología, ha sido más marginal y tan reciente como los de 1980. He vuelto a consultar las tablas de contenidos y los índices de los libros de textos más populares en crimen y delincuencia de hace 25 años. Casi no he encontrado mención a los de curso de vida, de desarrollo o de cualquier otro sinónimo cercano. Había más estudios longitudinales formativos tempranos como por ejemplo el libro de Eleanor y Sheldon Glueck de 1950 Unravelling Juvenile Delinquency  y el de Lee Robins de 1966 Deviant Children Grown Up. Sin embargo, el campo empezó a coger tracción en criminología convencional hace solo cuarenta años con el libro de Marvin Wolfgang de 1972 Delinquency in a Birth Cohort  y el de Donald West y David Farrington de 1973 Who Becomes Delinquent?  Se invirtió una seria financiación solo cuando se persuadió a las agencias líderes de criminología de subvención de becas y las fundaciones privadas para invertir en criminología de desarrollo por un par de libros de definición de campo, el libro de 1986 de David Farrington et al.Understanding and Controlling Crime: Toward a New Research Strategy y el libro de 1991 de Michael Tonry et al. Human Development and Criminal Behavior: New Ways of Advancing Knowledge. Durante la época en la que se escribieron estos libros, los fondos lanzaron varios estudios longitudinales de cohortes delincuentes, como se describe en el libro de Akiva Lieberman The Long View of Crime. Pronto, ideas frescas se importaron de la psicología de desarrollo y de la sociología de vida que enriqueció la base teórica del campo, como se ejemplifica en el artículo teórico de Terrie Moffitt de 1993 Adolescence-Limited and Life-course Persistent Antisocial Behavior, y el libro de Rob Sampson de 1993 Crime in the Making. Esta polinización cruzada se clamó por el analizado ensayo de Wayne Osgood de 1998  The Criminologist, “Interdisciplinary integration: Building criminology by stealing from our friends.” El desarrollo de la delincuencia femenina apareció como tema prioritario a finales de 1990; como ejemplo tenemos el libro de Moffitt de 2001 Sex Differences in Antisocial Behaviour. A continuación vinieron nuevas herramientas y tecnologías metodológicas para obtener los mayores datos posibles del desarrollo de curso de vida. Los métodos de Daniel Nagin para un modelo grupal de trayectorias de desarrollo capacitó una ola de teorías de comprobación que ayudó a poner la criminología de desarrollo en una nueva posición empírica; vea su libro de 2005, Group-based Modeling of Development. Ya a principios de este siglo, la criminología de desarrollo de curso de vida se había globalizado, como ilustra el compendio de investigación holandesa de Arjan Blokland y Paul Nieuwbeerta de 2006 Developmental and Life Course Studies in Delinquency and Crime. Otro logro es aquel junto con el resto de la criminología, los criminólogos de desarrollo de curso de vida están abarcando la comprobación experimental de sus aproximaciones a la prevención de crimen, utilizando ensayos al azar. Este avance se ilustra amablemente en el libro de 2006 David Olds and the Nurse Home-Visiting Program. La criminología de desarrollo de curso de vida ha llegado hasta ahora su récord; como prueba, en 2001 Ellen Cohn informó de que ocho de los doce criminólogos más destacados fueran criminólogos de desarrollo de curso de vida (http://dx.doi.org/10.1080/10511253.2011.556134). 

Ahora, en un firme fundamento teórico y empírico, esta nueva ciencia que indaga en el desarrollo humano con el propósito de comprender y prevenir el crimen está listo para hacer algunos grandes descubrimientos. Prevenir y controlar el crimen es esencial para mejorar el desarrollo humano de todas las personas y de todos los lugares. 

Además de ser una galardonada con el Stockholm Prize in Criminology (Premio en Criminología de Estocolmo) en 2007,  también ha participado en el Criminology Symposium (Simposio en Criminología) en Estocolmo. Como especialista en criminología internacionalmente reconocida, ¿podría hacernos un resumen de la nueva investigación y desarrollos en el área de justicia juvenil, por favor? 

Lo siento, no hago exactamente la investigación en justicia juvenil. Investigo la ciencia básica en el desarrollo humano así que no estoy bien informada para saber qué es lo último en la investigación de justicia aplicada.

Según una investigación nacional, ¿qué principios deberían seguirse para reducir y prevenir la delincuencia juvenil?

Durante los últimos 15 años nuestra taxonomía se ha usado para mejorar la clasificación de los grupos de estudio para la investigación, y para centrarse en la personalidad antisocial y en la violencia hacia las variables comunes más alentadoras. También se ha usado para guiar el plan de intervención. Por ejemplo, prevenir los estilos de vida antisociales persistentes de curso de vida requiere de intervenciones en temprana infancia en la familia, mientras que prevenir la delincuencia adolescente requiere de tratamientos individuales durante los años de la adolescencia para contrarrestar la influencia de amistades (en lugar de tratamientos grupales que facilitan su influencia). Como ejemplo, hemos debatido que el sistema de justicia juvenil debería identificar los delincuentes adolescentes y darles espacio para  reformarse. También hemos hablado de que los delincuentes persistentes de curso de vida que renuncian al tribunal de mayores es impráctico debido a que los déficits cognitivos típicos de estos delincuentes les representa levemente para tener criterios legales para la competencia de estar en el tribunal.