Jeffrey A. Butts, director del Centro de Investigación y Evaluación del John Jay College de Justicia Penal
Jeffrey A. Butts (Dr., Universidad de Michigan) es director del Centro de Investigación y Evaluación del John Jay College de Justicia Penal y miembro adjunto de la escuela de doctorado en el Centro de Estudios de Posgrado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Anteriormente, ha sido investigador en el centro Chapin Hall de la Universidad de Chicago, director del Programa de Justicia Juvenil en el Urban Institute de Washington D.C., e investigador asociado senior en el Centro Nacional de Justicia Juvenil en Pittsburg. El dr. Butts ha administrado más de 17 millones de dólares en proyectos de investigación y ha trabajado con profesionales de la política y justicia en 28 estados. Ha publicado dos libros, docenas de monografías e informes para agencias gubernamentales y fundaciones, así como artículos en revistas académicas y arbitradas. Comenzó su carrera en el ámbito judicial como consejero en materia de alcohol y drogas en el tribunal de justicia juvenil de Eugene, Oregón. (http://jeffreybutts.net)
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las políticas públicas de justicia juvenil en los Estados Unidos en cuanto a la prevención del delito?
El principal reto es que las políticas de justicia juvenil no están basadas en una evaluación simple y racional de los costes y efectividad, ni en el concepto básico de justicia. El miedo y las emociones afectan a las decisiones políticas, al igual que la competencia electoral y política, el propio interés económico de los gobiernos y los proveedores de servicios, y la permanente lucha entre las clases sociales con respecto a quién define los orígenes y soluciones a los problemas sociales.
¿Cuáles cree que son los retos compartidos o globales a nivel transnacional o intercontinental en la prevención de la violencia y los delitos que implican a los jóvenes?
Todos los países se enfrentan a dos teorías opuestas en lo que se refiere a la manera de cambiar el comportamiento de los jóvenes: 1) a través del castigo y la dominación, o 2) con motivación y con su implicación.
¿Cuál es la principal diferencia en términos conceptuales, políticos o prácticos entre los sistemas de justicia juvenil europeos y los estadounidenses?
Las similitudes destacan más que las diferencias. En el pasado, el sistema judicial estadounidense era uno de los sistemas con más prejuicios raciales entre las democracias avanzadas. Esto parece haber cambiado - otros países están empezando a ponerse al nivel.
Ha descrito cómo algunas jurisdicciones estadounidenses han adoptado sistemas que son más sostenibles que otros, ¿puede decirnos qué hacer para enfocar de manera sostenible la justicia juvenil?
Lo más importante es la legitimidad. Los sistemas judiciales son sostenibles cuando la sociedad apoya el enfoque básico de la justicia y recibe informes diarios de los indicadores indispensables de rendimiento.
¿A qué mejoras legislativas daría prioridad en la agenda de Estados Unidos y cuáles considera que son las más urgentes?
Disponer de mejores datos, y más actualizados. En Estados Unidos se facilita un informe anual de los principales indicadores de criminalidad, el cual se publica casi un año después del año al que hace referencia. Es decir, el informe nacional sobre criminalidad de 2013 fue publicado en otoño de 2014. Esto significa que el público recibe información sobre la delincuencia a través de los medios locales, las fuentes de información y los blogs, lo que provoca que el debate público sobre la delincuencia se tergiverse por información incomprendida o mal entendida.
¿Qué opina sobre el establecimiento de políticas y sistemas que sirven a jóvenes de hasta 23 años dependientes de la justicia juvenil? ¿Las considera viables para algunos estados de su país?
Todos los países, incluidos los Estados Unidos, tendrán que aceptar finalmente la más que evidente realidad, que la adolescencia no termina en los 17 o 18 años. Si seguimos de acuerdo en que los adolescentes deberían recibir un trato diferente al de los adultos en el sistema judicial, significa que habrá que elevar el límite de edad.
¿En qué temas o áreas de la justicia juvenil considera que es necesario generar evidencia y dónde cree que es necesario generar innovación?
Desde nuestra iniciativa “Evidence Generation” (“Generación de Evidencias”):
Recomendamos usar siempre que sea posible programas y prácticas basados en hechos probados, pero para las agencias es importante buscar nuevas e innovadoras prácticas que se adecuen a su misión, clientes, y filosofía de intervención. Si una agencia no puede encontrar programas o practicas basados en la evidencia que concuerden con su misión y su enfoque, puede que no sea porque se hayan desviado de los objetivos o por la desinformación, sino puede ser debido a los prejuicios y la falta de visión entre los legisladores y los financiadores que controlan las inversiones en los programas sociales y la evaluación de la investigación en estos programas. Dichas decisiones a menudo reflejan los valores de una cultura dominante, por lo que resulta difícil que nuevas e innovadores prácticas se abran camino.
De las recientes investigaciones e iniciativas orientadas a las políticas, ¿cuál cree que es la más destacada?
La investigación reciente más importante en los Estados Unidos fue la evaluación de los trabajos en prácticas con apoyo de mentores para jóvenes en Chicago, realizada por Sarah Heller. Su estudio aleatorio demostró que una experiencia laboral positiva en periodo estival en jóvenes desfavorecidos está relacionada con el descenso de un 40% de delitos violentos. Es importante destacar que analizó también la intervención en la experiencia laboral en combinación con apoyo terapéutico, y obtuvo el mismo resultado. Ambos grupos eran un 40% menos propensos a cometer delitos violentos posteriores. Esto demuestra que el apoyo específico y adecuado al desarrollo de los jóvenes es la clave. No todos los jóvenes que tienen problemas con la justicia necesitan terapia.
¿Cuál cree que ha sido su mayor aportación o de cuál se siente más orgulloso?
Mi trabajo sobre “Positive Youth Justice” (“Justicia Juvenil Positiva”). El Modelo de Justicia Juvenil Positiva propone que mezclar la ciencia del desarrollo adolescente con los principios de la práctica para el desarrollo positivo de niños y jóvenes podría servir como un marco efectivo en el que diseñar intervenciones generales para infractores juveniles. El modelo alienta a los sistemas de justicia juvenil a que se centren en los factores de protección tanto como en los de riesgo, en fortalezas igual que en problemas, en resultados positivos tanto como en los negativos. En general, el enfoque de este modelo se centra en facilitar transiciones de éxito hacia el ser adulto para los jóvenes en contacto con la justicia.
Se puede ver en el siguiente enlace: