Dr. Howard Taylor - Director ejecutivo, Global Partnership to End Violence Against Children
El Dr. Howard Taylor es director ejecutivo de la Global Partnership to End Violence Against Children (Alianza global para poner fin a la violencia contra la infancia, también llamada End Violence Partnership), una innovadora iniciativa de cooperación público-privada lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas en 2016. La Alianza es la única entidad mundial centrada únicamente en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16.2: poner fin a todas las formas de violencia contra niños y niñas para 2030.
La End Violence Partnership trabaja para concienciar, catalizar compromisos de liderazgo en la materia, movilizar nuevos recursos, promover soluciones basadas en la evidencia y brindar apoyo a quienes trabajan para poner fin a todas las formas de violencia en todos los entornos de la vida de niñas y niños.
Esta coalición única reúne a 700 socios, incluidos gobiernos, agencias de la ONU, instituciones de investigación, ONG internacionales, fundaciones, OSC locales, grupos del sector privado y redes religiosas.
Uno de los aspectos más notables de la End Violence Partnership es su focalización en impulsar y facilitar la recopilación de datos para tener más y mejor información sobre la violencia contra la infancia. ¿Qué destacaría en este sentido?
El acceso a datos probados, consistentes, precisos y relevantes es fundamental para impulsar y aumentar la inversión en soluciones que sabemos que funcionan, y para monitorizar el progreso en la eliminación de la violencia contra la infancia. Es por eso que la End Violence Partnership prioriza la recopilación y difusión del mejor conocimiento disponible a nuestros 700 socios y a todas aquellas personas y entidades que trabajan para poner fin a la violencia contra la infancia. Este conocimiento es la base que sustenta nuestro pilar estratégico de defensa colectiva respaldada por datos probados.
Nuestra plataforma de conocimientos recopila toda la evidencia, el aprendizaje y los datos más actualizados de, y para, profesionales que impulsan políticas y programas. Este recurso nos ayudó a desarrollar y promover, junto con nuestros socios, las siete estrategias INSPIRE, así como seis propuestas de políticas impulsadas por expertos para poner fin a la violencia en todos los entornos: en el hogar, en el entorno digital, en escuelas, comunidades y entornos humanitarios.
Otros esfuerzos importantes a tener en cuenta incluyen las Encuestas sobre la violencia contra niños, niñas y jóvenes, el Informe de situación mundial sobre la prevención de la violencia contra la infancia, un caso de inversión desarrollado conjuntamente con el Banco Mundial para evaluar el coste de la violencia en centros educativos y de la violencia autorizada por estos centros, y nuestro proyecto de investigación Disrupting Harm (Interrumpiendo el daño) que tiene como objetivo comprender mejor cómo la tecnología digital facilita la explotación y el abuso sexual de niños y niñas.
Recientemente, la End Violence Partnership lanzó un recurso innovador e interactivo, el Panel de países (Country Dashboard) que contiene y actualiza los datos clave y los hitos de cada país, y el progreso de los gobiernos que abren camino a la eliminación (Pathfinding governments).
En cooperación con otras entidades y con el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud, en 2016 ustedes lanzaron INSPIRE, una serie de 7 estrategias respaldadas por datos probados que los países pueden implementar para prevenir y reducir la violencia contra la infancia. ¿Cómo evaluaría su impacto hasta hoy?
El paquete de estrategias INSPIRE conforma un punto de referencia increíblemente importante para la prevención y respuesta a la violencia contra la infancia. Es el resultado de reunir a expertos mundiales por primera vez para recopilar y organizar datos y soluciones probados en torno a lo que funciona para poner fin a la violencia. Un informe reciente sobre la aceptación de INSPIRE entre 2016 y 2021 muestra que desde el lanzamiento del paquete en 2016, 67 países han mostrado su compromiso con el marco y la adopción de las estrategias INSPIRE. Este va desde los compromisos gubernamentales de alto nivel hasta la aplicación y adopción de INSPIRE por parte de organizaciones de la sociedad civil.
Los países que abren camino en la eliminación de la violencia, países que se han comprometido formalmente a poner fin a todas las formas de violencia contra la infancia, utilizan el marco INSPIRE para comprender los factores que impulsan esta violencia, estructurar su trabajo para prevenirla y darle respuesta, y lanzar un plan de acción nacional presupuestado. 24 de estos 37 países pioneros han mostrado un sólido compromiso con el marco INSPIRE, incluyendo al menos cuatro de sus estrategias en sus planes.
A pesar de la aceptación rápida y generalizada de INSPIRE, los datos de los últimos años indican que se necesita hacer aún más para aumentar la concienciación, priorizar el proceso de apropiación de estas estrategias por parte de los países, construir la capacidad de coordinación nacional, y aumentar la investigación y recursos para apoyar la adaptación y expansión de INSPIRE.
¿Cuál de las 7 estrategias de INSPIRE diría que ha resultado ser la más difícil de implementar para los países?
Cada país tiene su propia situación y trayectoria. Las estrategias INSPIRE se implementan de manera más efectiva cuando se dan las siguientes condiciones:
- Estabilidad política;
- Datos disponibles y comprensión de las soluciones basadas en la evidencia;
- Priorización y apropiación por parte del país;
- Financiamiento sostenible para políticas y programas; y
- Fuerte coordinación entre los socios y entre ministerios gubernamentales.
Dicho esto, cambiar normas sociales perjudiciales, que pueden estar relacionadas con factores como el género, el nivel de capacidad, la edad y otros, es un desafío complejo y a largo plazo.
Uno de los objetivos de INSPIRE es proteger a niños y niñas en conflicto con la ley. ¿Cómo está trabajando la End Violence Partnership para lograr este objetivo?
El artículo 37 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN) exige que niños y niñas no sean sometidos a “torturas u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. La CDN también requiere que niños y niñas en conflicto con la ley sean tratados “de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor”.
La End Violence Partnership aboga, supervisa y brinda apoyo técnico para asegurarse de que se adopten e implementen leyes y políticas para que se respeten los Derechos Humanos de la infancia a ser protegida contra todas las formas de violencia, incluido en el sistema de justicia penal. Trabajamos con y a través de socios grandes y pequeños, desde gobiernos con sus sistemas de justicia, salud y educación, hasta organizaciones internacionales, la sociedad civil y los propios niños y niñas. Nuestro objetivo final es que todas las niñas y niños, independientemente de su origen, crezcan en un entorno seguro, protegido y enriquecedor.
El castigo corporal a la infancia en los sistemas de justicia, ya sea mediante sentencia o como medida disciplinaria en las instituciones penales, ha sido prohibido por muchos países, pero sigue siendo una forma muy grave de violencia en los países que no lo han prohibido. A partir de sus datos, ¿cuáles diría que siguen siendo los principales obstáculos para su prohibición en estos países?
Actualmente, el castigo corporal como sentencia es el más prohibido a nivel mundial, más que en cualquier otro ámbito como la escuela o el hogar. De 199 estados, 169 han abolido el castigo corporal como sentencia, en comparación con 144 que prohíben este castigo como medida disciplinaria en instituciones penales. Sin embargo, esto nos muestra que todavía hay 30 estados donde niños y niñas pueden recibir castigos corporales como sentencia por un delito, que pueden incluir latigazos, flagelaciones o azotes.
Esto es inaceptable y queda por lo tanto trabajo por hacer. Muchas legislaciones relacionadas con la infancia en los sistemas penitenciarios de todo el mundo deben modificarse para prohibir explícitamente el castigo corporal. Dependiendo de los contextos nacionales, los principales obstáculos para lograr la reforma legal son:
- Falta de voluntad o apoyo político (por ejemplo, cuando los estados no priorizan el derecho de la infancia de ser protegida de todas las formas de violencia);
- Tradiciones culturales y religiosas;
- Estados con múltiples sistemas legales (como la ley secular, la ley religiosa, la ley consuetudinaria).
Y, en última instancia, incluso una vez que se promulguen las leyes para su prohibición, es importante que los países tomen todas las medidas para garantizar que se implementen.
La culminación de la campaña Together to #ENDviolence, con sus encuentros de alto nivel Solutions Summit Series, tendrá lugar en un evento de líderes de alto nivel el próximo 14 de junio. ¿Cuáles son las expectativas y objetivos de la End Violence Partnership en relación con este evento?
El evento de líderes Together to #ENDviolence reúne voces diversas y poderosas de todos los países, sectores y conocimientos, todas unidas por la visión compartida de un mundo sin violencia contra la infancia.
El evento tiene como objetivo mostrar soluciones, proporcionar una plataforma para los compromisos políticos y financieros e inspirar la acción. Contará con más de 30 ponentes influyentes, incluyendo líderes de gobierno y de agencias de la ONU, miembros de la realeza, directores ejecutivos, celebridades, activistas, niños y niñas, y supervivientes de violencia sexual infantil.
Pueden obtener más información e inscribirse en el evento de líderes en este enlace.