Göktan Koçyildirim, especialista en justicia para niños y en la supervisión de los derechos del niño para UNICEF - Turquía

Göktan Koçyildirim, especialista en justicia para niños y en la supervisión de los derechos del niño para UNICEF - Turquía

Europa
Turquía
Göktan Koçyildirim, especialista en justicia para niños y en la supervisión de los derechos del niño para UNICEF - Turquía

En esta entrevista, Göktan Koçyildirim describe el sistema de protección infantil y los recursos dedicados al cuidado y al interés superior del niño en Turquía. Él recuerda los avances que se han logrado en estas materias pero él también destaca las principales carencias existentes en el sistema de justicia juvenil en Turquía , así como los retos relativos a la protección y justicia de menores, especificando las medidas adoptadas por UNICEF Turquía en estas áreas. Teniendo en cuenta la actual situación en Siria, Göktan se refiere a ella como un suceso que afecta a Turquía, en lo que se refiere a la manera en que Turquía se enfrenta al problema de los refugiados sirios y, especialmente, cuando éstos son niños. Como Especialista en justicia juvenil y supervisión de los derechos del niño de UNICEF Turquía, explica las prioridades clave del Plan de Acción del Programa para el país 2011-2015 y especifica las principales mejoras observadas desde su inicio hace dos años. El Sr. Göktan Koçyildirim concluye asegurando que siempre habrá nuevos retos que habrán de abordarse en el ámbito de la protección del niño y de la justicia juvenil, y que, por ello, deben continuar los esfuerzos a largo plazo en estas áreas.

1. ¿Qué tipo de sistema nacional de protección de los niños existe en Turquía y qué recursos se dedican al cuidado y al interés superior del niño?

Turquía tiene unos firmes antecedentes históricos e institucionales en lo que se refiere a la protección de los niños, cuyas raíces se remontan a principios del siglo XX, con la creación de la «Organización para la Protección del Niño» (Himaye-i Etfal Cemiyeti). Además, la protección y el cuidado de los niños tiene una gran importancia cultural en la sociedad. En este contexto, desde los primeros años de la República, se han creado diferentes sistemas e instituciones en este ámbito. Sin embargo, a menudo se les ha criticado por su lentitud y por no estar especializados en responder a las necesidades de los niños.

Dicho esto, desde 2005, cuando se dictó una ley general de protección del niño (CPL por sus siglas en inglés) como parte de una serie de reformas legislativas para el acceso a la UE, ha habido grandes avances estructurales, y el tema de los derechos y la protección del niño ha ido ganando importancia. En resumen, la ley prevé un sistema integral de protección del niño con un sistema judicial especializado (con fiscales de menores, tribunales de menores y trabajadores sociales), un sistema capacitado para tomar las medidas de protección o de apoyo necesarias así como una administración firme y bien coordinada capaz de aplicar estas medidas tanto para los jóvenes y niños en conflicto con la ley como para los que necesitan protección. La ley y las ordenanzas locales derivadas de ella establecen claramente las responsabilidades de varias instituciones, como la judicial, el Ministerio de Educación (MoNE), el Ministerio de Salud (MoH), el Ministerio de Trabajo (MoL) o los ayuntamientos, pero también subraya que toda institución pública, incluso las ONG, tienen como mínimo una obligación informativa cuando se encuentran con un niño que necesita protección. Con este propósito, se han establecido organismos de coordinación para la protección del niño a un nivel tanto nacional como local para coordinar mejor los servicios previstos por la ley. De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, el interés superior de los niños debería ser la principal preocupación en cualquier operación que los involucre.

Según el sistema turco, deberían tomarse medidas de protección y de apoyo para los niños mediante una orden judicial (dictada por un juez de menores), y dicha orden debería basarse en una investigación social (llevada a cabo por el trabajador social del tribunal de menores). En algunos casos excepcionales, la administración encargada de la asistencia social está autorizada también a tomar medidas de protección cuya aprobación debe solicitarse cinco días antes del juicio del niño. El motivo es que, en teoría, cuando se toma una «medida» contra alguien, incluso si es por el interés superior de esa persona, sigue siendo una privación de libertad y por lo tanto debe ser tomada por un organismo judicial en aras del derecho a la libertad.

Teniendo en cuenta la estructura multisectorial y el hecho de que el sistema se inicia generalmente a partir de una orden judicial, la ley establece que el Ministerio de Justicia (MoJ) es el agente principal en la aplicación de la ley. No obstante, esta responsabilidad fue transferida al Ministerio de Familia y de Políticas Sociales (MoFSP) tras su creación en 2011.

En consecuencia, desde 2011, el MoFSP es la administración encargada de la coordinación de la aplicación de las cinco medidas principales de protección y apoyo contempladas en la CPL: refugio, asistencia, representación legal, educación y cuidado sanitario. Algunas de estas medidas, en concreto el refugio, la asistencia y la representación legal, son llevadas a cabo por el MoFSP a través de diferentes instituciones y modelos de servicio.

Además del MoFSP, otras agencias ofrecen diferentes servicios que también tienen como objetivo los niños. Por ejemplo, los organismos encargados de velar por el cumplimiento de la ley, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Educación Nacional y el Ministerio de Salud implementan varios servicios de protección del niño en sus respectivas áreas de trabajo.

El MoFSP se encarga también de la política general del país en cuanto a los derechos del niño. De su presupuesto de 2014, el MoFSP ha destinado un total de 625 millones de liras turcas (alrededor de 280 millones de dólares estadounidenses) a servicios para los niños.

2. Teniendo en cuenta el actual contexto político, ¿cómo aborda Turquía el problema de los refugiados sirios a nivel regional y en concreto en el caso de los niños?

Desde que comenzaron los disturbios en Siria, y sobre todo a partir de las primeras llegadas de sirios en junio de 2011, el Gobierno de Turquía ha declarado y mantenido de manera oficial una política de fronteras abiertas. Tal como ha ocurrido en el resto de países vecinos de Siria, la llegada de refugiados se incrementó considerablemente en 2012, a pesar del regreso de algunos, y aumentó aun más a lo largo del verano debido a la intensificación del conflicto.

Los niños están pagando un precio muy alto por esta creciente crisis. Además de los cientos de muertos, los niños han sufrido torturas, abusos sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.

Además, está también el impacto para el enorme número de niños que han sido testigos de la muerte o el sufrimiento de sus familiares y amigos, o los que han sido expuestos a terribles escenas de violencia y destrucción. Todo esto tiene un serio impacto en su bienestar físico y psicológico.

La respuesta de las autoridades turcas de emergencia desde que comenzó la llegada de sirios ha sido de una gran y constante calidad, pues se ha instalado con rapidez a los recién llegados en campamentos especiales levantados con la ayuda de la Sociedad de la Media Luna Roja Turca (TRCS por sus siglas en inglés). Se ha proporcionado a los habitantes de dichos campamentos comida, refugio y asistencia médica ininterrumpidamente. Se sabe que las cifras son incluso mayores fuera de los campos de refugiados.

En 2013, UNICEF Turquía logró aumentar su contribución a los esfuerzos de auxilio y ayuda para los sirios que residen en Turquía debido a la violencia que vive su país, a través del refuerzo del proceso de recuperación de los niños, el mantenimiento de su educación y la protección de sus derechos mediante la formación del profesorado, la oferta de colegios y el suministro de ropa y otros artículos, así como vacunas contra la polio, clases de lengua, espacios adaptados para los niños y actividades para niños y jóvenes. La cooperación con el Gobierno, que en un principio se mostró reacio a la intervención de organizaciones internacionales, se estrechó tanto en los despachos como sobre el terreno.

3. Teniendo en cuenta su experiencia en UNICEF Turquía, ¿podría decirnos cuáles cree que son las principales carencias en cuanto a justicia juvenil en su país?

A pesar de los esfuerzos llevados a cabo desde 2005, quedan aún algunos asuntos pendientes en el sistema de justicia juvenil, lo cual también se puso de manifiesto en el Comité de Derechos del Niño en sus Observaciones Finales sobre Turquía en julio de 2012.

A la luz de estas Observaciones, algunos de los asuntos pendientes serían los siguientes:

  • Un número insuficiente de profesionales en el sistema de justicia juvenil.
  • Una asistencia legal de baja calidad.
  • La larga duración de los juicios que involucran a menores, lo que da lugar a un gran número de niños en detención preventiva, en comparación con el número de niños que están cumpliendo una condena.
  • Unas penas excesivas contra los niños y la falta de medidas alternativas.
  • Largos periodos de detención y condiciones precarias en algunas prisiones.
  • Denuncias de maltrato de los niños que se encuentran en prisión.

Además de todo ello, también debería insistirse en el escaso uso de medidas preventivas y de remisión y la falta de medios para alejar al niño del sistema judicial. En 2012, Turquía alcanzó el mayor índice de toda su historia en cuanto a niños en conflicto con la ley, con 160 000 casos que llegaron a los tribunales. Asimismo, más del 40 % de esos casos fueron delitos contra la propiedad, lo que apunta a la necesidad económica y a las precarias condiciones sociales. Sin duda esto también se relaciona con la ausencia de una buena coordinación entre las diferentes partes anteriormente mencionadas.

Otro asunto es la percepción de la justicia juvenil dentro del sistema judicial. Según la CPL, los tribunales de menores, cuya responsabilidad es la protección y el bienestar, son los encargados de tratar los casos que implican a niños. Lamentablemente, en la práctica, el papel del tribunal de lo penal es predominante (debido a la percepción tradicional y al gran número de casos). En ocasiones, esto provoca que en el sistema judicial se ignoren las disposiciones y los procedimientos para el bienestar y la protección favoreciendo así un enfoque punitivo.

A pesar de todos los esfuerzos a favor de unos tribunales especializados, más del 50 % de los niños comparecen ante un tribunal no especializado. Asimismo, casi el 60 % de los niños en privación de libertad se encuentran en prisiones que no están adaptadas específicamente para niños. Esto influye directamente en el alto número de niños en detención preventiva y en el escaso uso de medidas alternativas. En este contexto, es preciso reforzar el papel de los trabajadores sociales en lo que se refiere a su situación, su número y su formación.

En cuanto a las medidas para los niños que son víctimas o testigos de un delito, la legislación establece algunas medidas (como la grabación del testimonio y la compañía de un profesional durante la declaración), pero no se puede hablar de una implementación generalizada ni normalizada.

Además, la falta de una recopilación de datos desglosados y del acceso a dichos datos son cuestiones cruciales que afectan negativamente a una óptima distribución y coordinación de servicios. Una recopilación de datos más analítica, una mayor transparencia, un control independiente y una cooperación con la sociedad en todos los ámbitos del sistema, sobre todo en los centros penitenciarios, son cuestiones esenciales para poder comprender y resolver los defectos del sistema.

Por último, pero no por ello menos importante, además de la tradicional actitud punitiva mencionada anteriormente, el carácter disperso de la administración de justicia juvenil en Turquía parece dificultar la creación de políticas concretas para el conjunto del sistema. Por ello, es absolutamente necesario establecer una agencia de justicia juvenil intersectorial y permanente.

4. UNICEF Turquía trabaja de acuerdo con el «Plan de acción de programas para el país 2011-2015», un plan debatido, acordado y firmado junto con el Gobierno del país, con el fin de cooperar para alcanzar el objetivo de la protección de los niños y jóvenes. ¿Podría decirnos cuáles son las prioridades de este programa y qué es lo que suponen?

El principal objetivo del programa 2011-2015 para el país es prestar apoyo a los esfuerzos realizados por Turquía para conseguir la reducción de la desigualdad, la inclusión y protección sociales así como el empoderamiento y la protección de los jóvenes.

Para ello, el programa para el país presenta dos componentes. El primero es la reducción de la desigualdad y la inclusión y protección sociales. Aplica la perspectiva de equidad al bienestar de los niños y al acceso a sus derechos. Este componente prevé que para finales de 2015 se reducirán considerablemente las desigualdades en el bienestar y las oportunidades de los niños con unos orígenes sociales y geográficos diferentes, así como las desigualdades entre niños y niñas; se llevarán a cabo políticas nacionales y estrategias para luchar contra la pobreza infantil; y se incrementarán los recursos fiscales para la protección social. La atención se centra en analizar las políticas de protección social, examinar las cuentas públicas y controlar el presupuesto y el gasto que se destinan a los niños. El objetivo es obtener indicios que nos lleven a la adopción de políticas más eficaces con el fin de garantizar la inclusión social de las familias y de los niños más desfavorecidos.

Este componente apunta a los niños y las niñas más desfavorecidos. Sus resultados se ven sobre todo en el desarrollo de políticas sociales a favor de los niños, guarderías de calidad y diversificadas además de programas y servicios preescolares, la aplicación de medidas para la matriculación en una educación primaria de calidad y para que se lleguen a finalizar estos estudios, la consolidación de los servicios para el Desarrollo Temprano del Niño, así como la creación de un sistema de protección y de prevención cada vez más integrado y funcional, incluyendo una atención especial para los niños que corren el riesgo de sufrir discriminación, violencia y abusos. Al mismo tiempo, también se cubren aspectos como los esfuerzos para reforzar los sistemas de control de los derechos del niño.

El segundo componente implica establecer una amplia cooperación para generar conocimiento y modelos basados en los datos con el fin de progresar en las políticas, los sistemas y la actitud para mejorar la vida y las capacidades de desarrollo de los jóvenes, ya sea dentro o fuera de las aulas, así como sus oportunidades de participación en la sociedad. Este componente del programa para el país prevé también garantizar que los niños en conflicto con la ley sean tratados de modo que se cumplan las normas internacionales. Esto supone identificar y derribar las barreras que dificultan la implementación de procedimientos judiciales específicamente adaptados a los niños, además de supervisar la introducción y la implementación de una normativa sobre el cuidado institucional de los niños privados de libertad.

Los principales asuntos que cubre este componente son el acceso a una educación secundaria y que ésta sea completada, sobre todo de cara a las niñas sin escolarizar y para los adolescentes más desfavorecidos, así como oportunidades para los jóvenes. En cuanto al sistema de justicia juvenil, prevé un mayor uso de medidas alternativas, la libertad condicional y la completa adopción de una normativa sobre el cuidado institucional de niños privados de libertad.

5. Una gran parte del programa 2011-2015 expresa una profunda preocupación por la protección y la justicia de los niños. ¿Qué medidas concretas está llevando a cabo en este sentido UNICEF Turquía?

Durante más de una década, UNICEF ha apoyado al Gobierno turco y ha colaborado con él en la creación de un sistema de justicia juvenil especializado que actúe de acuerdo con las normas internacionales. El último paso en esta colaboración es el «Proyecto de Justicia para los Niños».

Este proyecto está financiado por la Unión Europea y recibe apoyo técnico por parte de UNICEF. Los copartícipes del proyecto son la Dirección General de Prisiones y Centros de Detención del Ministerio de Justicia, el Departamento de Formación del Ministerio de Justicia, la Dirección General de Servicios para los Niños del Ministerio de Familia y de Políticas Sociales, el Consejo Superior de Jueces y Fiscales así como la Academia de Justicia de Turquía.

Se busca que el proyecto llegue a jueces, fiscales, abogados, trabajadores sociales, órganos judiciales tanto locales como superiores, trabajadores de prisiones y centros de detención, los grupos parlamentarios, las organizaciones no gubernamentales y otros organismos de relevancia. Y en definitiva, los niños y las familias son los que se benefician del proyecto.

El proyecto tienen 3 principales objetivos:

1. Garantizar un juicio justo, evitar la victimización secundaria de los niños, la privación de libertad y un trato injusto hacia los niños así como proteger sus derechos en el sistema de justicia juvenil.

Ello incluye una mayor coordinación entre las diferentes agencias a través de una estrategia y una formación a escala nacional, llevar a cabo estudios en distintos ámbitos del sistema de justicia juvenil (medidas de protección y apoyo, la custodia pública y una fiscalía de menores), acentuar los procedimientos específicos para los casos con niños estableciendo una sala para los interrogatorios que se adapten a los niños y unas normas al respecto, etc.

2. Elaborar un programa interno de formación para profesionales del sistema de justicia juvenil.

Además de la elaboración de un modelo de formación basado en casos con un especial hincapié en la cooperación multidisciplinar, este objetivo también incluye poner al día el análisis de la situación del sistema de justicia juvenil turco y llevar a cabo actividades de concienciación y de difusión de conocimientos como sería el caso de un Simposio Internacional.

3. Proporcionar servicios de reinserción a través del BISIS, el sistema de reinserción individualizado para niños privados de libertad.

El BISIS, desarrollado a partir de un antiguo proyecto financiado por la UE, busca institucionalizar más todo el trabajo anterior mediante la mejora de las normas relativas al cuidado institucional y un trato individualizado para cada interno según sus necesidades. El proyecto busca garantizar una implementación efectiva del BISIS y establecer vínculos entre este sistema y mecanismos de libertad condicional. Además, con el fin de garantizar que la privación de libertad se dé durante el menor tiempo posible y como último recurso, se establecerán vínculos entre el BISIS y el sistema de libertad condicional mediante el desarrollo de un modelo de informes sobre la libertad condicional, y se llevará a cabo la formación pertinente de los trabajadores de prisiones o de centros de detención.

Asimismo, además de UNICEF también mantenemos una estrecha cooperación con la Unión de Asociaciones de Abogados de Turquía, el ámbito académico y otros sectores de la sociedad civil con el fin de mejorar la defensa legal para que los derechos del niño lleguen al sistema judicial.

Además de estos grandes esfuerzos en el ámbito de la justicia juvenil, UNICEF también colabora principalmente con el MoFSP y la sociedad civil para evitar y poner fin a la violencia contra los niños desarrollando una estrategia nacional y afianzando las capacidades a nivel local para abordar dicho asunto.

Otros aspectos en los que se centra el programa de protección de los niños de UNICEF en Turquía son el establecimiento de unas mínimas normas para el cuidado institucional de los niños y la mejora de los servicios de acogida.

6 Ahora que se cumplen dos años del inicio de la aplicación de dichas medidas, ¿podría señalar algunos de los logros relacionados con ese plan de acción? Desde su punto de vista, ¿cuáles son los nuevos retos que deben ser abordados para seguir mejorando la protección de los niños y la justicia juvenil?

Aunque ha sido un periodo de una profunda reestructuración institucional en la administración pública turca, ha habido muchos logros:

Cada año hay más tribunales de menores.
La duración media de los juicios se está reduciendo en comparación con los años anteriores, aunque siguen durando demasiado.
Se han desarrollado una estrategia de coordinación intersectorial y un plan para su implementación además de la infraestructura informática necesaria para garantizar una mejor coordinación multidisciplinar y un mayor seguimiento de la aplicación de las medidas específicas para los niños. En 2013, más de 400 profesionales de varias instituciones fueron formados en coordinación intersectorial para la protección de los niños.
Se han elaborado normas sobre las salas de interrogatorios adaptadas a los niños y se han empezado a crear salas que disponen de alta tecnología. El Gobierno se ha comprometido a establecer este tipo de salas por todo el país.
Más de 400 profesionales de la justicia (trabajadores sociales, jueces y fiscales) han recibido una formación sobre el sistema de justicia juvenil multidisciplinar y basada en casos. Este número aumentará a 850 para cuando finalice el proyecto.
Se están diseñando más centros de detención para niños con mejores condiciones y un enfoque individualizado.
Se ha designado un defensor del pueblo específico para los derechos de los niños y las mujeres.
Sin lugar a dudas, no importan los logros en el desarrollo de políticas y mayores capacidades o en la formación en la medida en que la responsabilidad política y el firme compromiso de los profesionales son también fundamentales para conservar estos logros, no perderlos en el futuro y seguir progresando a partir de ellos.

Sin embargo, aunque consigamos mantener todas las reformas y un total compromiso político y social para mejorar la protección de los niños y el sistema de justicia juvenil, creo que en este campo encontraremos siempre nuevos retos en función de la agenda local y global de desarrollo. Así pues, en UNICEF somos conscientes de que nuestro principal deber es ayudar a los países miembros y en definitiva a los niños para abordar dichos retos en Turquía y en todo el mundo a través de todos los medios necesarios.